Valoración personal práctica 7

Con esta práctica hemos podido estudiar y aprender los diferentes paradigmas existentes en la educación, viendo que rol adquiere cada uno de los componentes dentro de cada paradigma.Además también nos ha servido para plantearnos qué tipo de paradigma nos gustaría llevar a cabo en un futuro, que metodología llevada a cabo dentro de cada uno consideramos la más adecuada, etc.Como vimos en clase, llevar a cabo el paradigma sociocrítico es muy difícil en la actualidad pues la gente tiene un punto de vista muy cerrado, es decir, para la mayoría aquello que está bien es lo que siempre se ha hecho, como por ejemplo lo es el primer paradigma conocido como cuantitativo, donde el profesor se limita a explicar su temario y el alumno tan solo escucha y recibe los contenidos transmitidos por el profesor.
Para concluir, podría decir que desde mi punto de vista el paradigma más adecuado para impartir una clase sería una mezcla de las tres, pues a veces el tema no nos deja hacer algo más allá de simple explicación.

Marina Ramírez Martínez

Esta práctica sobre los paradigmas nos ayuda a saber y comprender las características de cada uno de los ellos y también a saber que clase de maestros queremos ser en el futuro.
Desde el principio, la educación se ha caracterizado por el uso del paradigma empírico- analítico. El profesor llegaba a clase, daba la materia y los alumnos aprendían los contenidos de memoria, sin ningún tipo de participación. Pero eso hoy ya no nos sirve.
Los cambios que se están llevando a cabo en la educación tienen el objetivo de cambiar esto para dar al alumno un papel activo y participativo. Sin embargo, en la realidad educativa esto no se lleva a cabo.
En las universidades nos dicen a los futuros maestros que tenemos que ser creativos y motivar a los alumnos, sin embargo las clases que se imparten en la universidad son de todo menos creativas y más que motivar desmotivan.
En mi opinión, querer cambiar del modelo empírico-analítico al humanístico interpretativo es una bonita teoria que fracasa estrepitosamente en la práctica. Puede que algunos maestros salgan de la universidad con ganas de cambiar las cosas, pero cuando todo el mundo se les hecha encima y ponen trabas a su trabajo, esto les provoca una desmotivación y acaban haciendo lo que todos.
Cabe destacar que si existen serias dificultades para aplicar el paradigma cualitativo, el socicrítico es impensable. Es una manera de dar clase en la que profesor y alumno son iguales, todos deciden por igual y todo se examina desde el punto de vista crítico.
Por último, decir que si lo que queremos es cambiar la educación debemos empezar por cambiar la concepción y los prejuicios que se tienen sobre ella, y por supuesto dar ejemplo a los futuros maestros de ello.
Cristina Murcia Díaz